Casa rural con carácter, encanto y buena mesa, en un entorno de pueblo auténtico del Pirineo, en la Cerdanya y con panorámicas en el Parque Natural del Cadí.
En el pajar, la gran sala de estar con chimenea, disponemos de música, autoservicio de bar, juegos, libros y cuentos infantiles, información y guías, muchas flores y un rescoldo armonioso y excepcional. Proyector y pantalla disponibles con la casa entera.
El porche, distribuidor y sala de estar exterior donde podrás relajarte, contemplar el Cadí y ver pasar el tiempo.
Almuerzos de 8h a 10h. Bufete artesano, con embutidos y quesos artesanos, mantequilla Cadí y nuestras mermeladas de frutos rojos, yogur, pan de leña, fruta… 6-9,50€
Cenas a las 21h. menú tradicional Crema de manzana, trinchado, sopas. Ensaladas del huerto (temporada). Y después, cocina de las madrinas, guisos con hierbas de la tierra, setas y con mucho amor. De postre, Tarta Tatín, mousse de yogur, flan de huevo, genovesa de chocolate…) 12-19€.
Cuidamos de vegetarianos y celíacos (háganos la observación previa) Si llevan bebés, compartiremos el microondas, nevera, congelador…
A caballo entre las comarcas del Alt Urgell y la Cerdanya, la comarca natural del Baridá tiene unas características propias y que hacen indispensable la descubierta a pie. Las rutas que se proponen son dos itienraris circulares en un entorno plenamente pirenaico, con un gran legado histórico y con unas panorámicas constantes de la Sierra del Cadí. Las dos rutas nos permitirán dejar el coche en Cal Rey y entrando en contacto con algunas las tradiciones que aún están vivas.
Deslizamos por los suaves caminos nevados del bosque pirenaico a 2000m. Con extraordinarias vistas a la Sierra del Cadí, ligeros y respetuosos. El deporte que trabaja todas las capacidades físicas: equilibrio, coordinación, fuerza, resistencia… a tu ritmo, por todas las edades y económico. Alquiler de botas esquí y bastones.
Es necesario llevar guantes, gafas y protección solar.
Estos utensilios prehistóricos tienen la facultad de transportarnos a un mundo por descubrir, y hacernos sentir la naturaleza virgen del bosque, en invierno, lejos del mundo. Paseos señalizados y ascensiones. Observación de la fauna, rastros… Por todas las edades, sin riesgo y económico.
Es necesario llevar botas de montaña, guantes, gafas y protección solar.